jueves, 6 de octubre de 2016

Palacio Municipal de Guayaquil

Diario Hoy, 28 de Julio del 2011

Las múltiples diligencias que se realizan en el Palacio Municipal, hacen que con frecuencia la infraestructura del lugar pase desapercibido, sin embargo, los que se han fijado en sus acabados lo escogieron para el concurso de “Las 7 maravillas de Guayaquil”.

Este lugar sabe mucho de ganadores, ya que exhibe una mezcla de leones con escudos  y jarrones que datan precisamente, del estilo ganador, el Renacentista, la representación de una etapa de la historia arquitectónica Guayaquileña y que fue exhibida en un concurso que puso a italianos, franceses, entre otros, a desarrollar proyectos arquitectónicos y del cual Francesco Maccaferry resultó ser escogido como el arquitecto que vigilaría su creación en 1924.
Su inauguración esperó hasta 1929 y al representar una fuerte deuda por su estructura, se planteó la idea de convertir su parte inferior en locales comerciales, pero que gracias a un préstamo del gobierno y dinero del cabildo porteño no hubo la necesidad de hacer este tipo de trabajo.  

En la actualidad es un edificio patrimonial de los más importantes que tiene la ciudad y forma parte del conjunto de edificaciones que fueron hechas por varias compañías que estaban conformadas por ingenieros y arquitectos italianos como la compañía constructora “Fénix” y la compañía  “Italiana y Construcciones” que dejaron como legado en nuestra ciudad una importante cantidad de edificaciones con estas características neoclásicas.

Bolívar Zúñiga, trabajador del sector municipal, manifiesta que las esculturas del lugar lo asemejan a un palacio, además que la presencia de los turistas es muy común, ya que sobretodo en las noches se aprecia que es un lugar muy bien iluminado, sobretodo en las noches de la urbe. Al igual que muchos, este trabajador considera que este es un lugar turístico por su belleza arquitectónica y  por encontrarse en el corazón de la ciudad, el lugar desde donde se maneja la ciudad, además de ser sede del Consejo Cantonal, por lo cual tiene como consecuencia un valor documental y un valor de gestión.

Además del cambio de la infraestructura, la limpieza del lugar es notoria, según, Gloria Ortíz, los colores del lugar reflejan limpieza y van acordes con la formalidad de las labores a la que asisten cientos de ciudadanos.

Pero sin duda, lo que más llama la atención del lugar es la constante remodelación que se realiza.
“En el Palacio Municipal observamos que cada pieza fue hecha como un detalle, es hermoso lo que tenemos para mostrar a los turistas”, manifiesta Yadira Román, una transeúnte del sector.

Cada restauración la realiza el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, el cual se encarga de ejecutar un estudio para que cada pieza a ser reemplazada no signifique un cambio trascendental que pueda afectar a las características del edificio.


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